En una entrevista realizada por Gara en las últimas semanas a la representación de la banda, la banda asegura que ha querido "reconocer el gran sufrimiento que ha provocado ese daño" que ha causado "con el deseo de hacer frente al futuro de modo constructivo".
"Hemos dicho que lo sentimos de verdad y hablado de todo el daño causado. Creemos que pone una buena base para el futuro, pese a que quienes siguen poniéndole trabas hayan leído la declaración, que hizo sobre las víctimas antes de disolverse, con malos ojos", manifiesta.
Preguntado por si 'todos los muertos y heridos por ETA son víctimas', responde: "El hermano de un mando policial muerto a consecuencia de una acción de ETA, él también policía, declaró esto ante los medios de comunicación: 'Mi hermano no es una víctima, es un gudari, gudari nagusia'. Está claro que esa persona no quería rebajar el daño causado, ni aliviar la responsabilidad de ETA".
En este sentido, recuerda que la banda "ha dicho algo que, por otro lado, cualquiera sabe, que ha habido quienes han estado en el centro mismo del conflicto, a propósito y por su responsabilidad, y quienes no han estado ahí".
"A eso lo han llamado categorización. Pero la categorización la hacen otros en sus leyes y declaraciones porque, por ejemplo, en ellas no son iguales las víctimas provocadas por ETA y las provocadas por la guerra sucia. Diremos más; para ellos tampoco todos los afectados por ETA son iguales.
Hace falta ser hipócrita para ello. En la acción contra Aznar con un coche-bomba, aquella explosión mató a una mujer, pero prácticamente nadie la puso por delante del Aznar, que salvó la vida. Eso sí que es categorización", dice.
Según apunta, "no es intención de ETA rebajar el daño de nadie ni despreciar a nadie". "Sin ninguna intención perversa, al valorar lo hecho durante años ha descrito algunas realidades. Ése es el punto de vista de ETA, pero ETA entiende que existan otros.
Entre la ciudadanía vasca está muy extendido el concepto de que hay que reconocer a todas las víctimas, y sobre eso se puede trabajar, por encima de contradicciones y puntos de vista", añade. A su entender, "ETA ya no estará, en la ciudadanía vasca surgirán otros consensos destinados a fortalecer la convivencia". "Nosotros hemos querido poner una base con nuestra declaración, para favorecer esos consensos, no para poner líneas rojas", apunta.
Asimismo, revela que, "en honor a la verdad, ETA no considera 'víctima' a los caídos en la lucha porque, como queda dicho, han estado en el mismo centro del conflicto a propósito y por su responsabilidad, han sido activistas".
"Otra cosa es que los miembros de ETA hayan sufrido daños, incluida la muerte, a consecuencia de actividades que el Estado no admite, pero que ha practicado, tortura, guerra sucia o vulneraciones de derechos humanos en las cárceles. Y sí, Joxe Arregi, aunque fuera activista de ETA, es una víctima, porque lo torturaron hasta la muerte, porque padeció un trato que está fuera incluso de todas las normas y leyes de la guerra más cruel del mundo", asevera.
En lo relacionado a los presos, ETA destaca que "el tema de presos y exiliados queda sin resolver, y en consecuencia habrá que seguir trabajando en ello, como en el resto de ámbitos". "En lo sucesivo, las personas presas que han sido miembros de ETA serán únicamente miembros de EPPK y continuarán haciendo ahí sus aportaciones.
Creemos que los presos y refugiados son más conscientes que nadie de todo esto. Como decía un compañero prisionero, no entramos en la lucha para liberar a los presos, sino para lograr objetivos políticos, y en ello estamos", explica.
No obstante, añade que, "en una lógica de resolución de conflicto, esto debería tener reflejo en la cuestión de los presos y exiliados", como sucede en "la práctica internacional", pero cree que "la lógica española es la venganza".
ETA admite que no ha conseguido sus objetivos, "pero el camino no está cerrado". "Ese camino continúa. El proceso que tiene como horizonte la creación del Estado Vasco sigue", añade.
A su juicio, "ha sido actor fundamental para poner en marcha y dar cuerpo al proceso de liberación, no hay la menor duda de ello", pero no se puede "equiparar el final del ciclo histórico de ETA y el final de ese proceso de liberación". En esta línea, asegura que "todavía hay opciones de lograrlo".
Además, señala que, cuando ETA nació, "había un pueblo condenado a morir y hoy hay un pueblo que quiere ser dueño de sí mismo". Según asegura, "el fin de la lucha armada estaba unido a un cambio de estrategia".
La representación de la banda asevera que han tomado esta decisión por su "cuenta". "Nuestro objetivo principal ha sido favorecer ese proceso de liberación, dentro del análisis de la izquierda abertzale, con el fin de construir un movimiento y un proceso independentista fuerte, capaz de responder a los debates de cada momento y a los giros tácticos precisos", dice.
En su opinión, "será la evolución del proceso la que sentenciará si esta decisión ha sido adecuada". Preguntado por si ha habido presiones para que su final fuera "completo y claro", responde: "No hemos notado una presión especial".
En cuanto al PNV y al lehendakari, Iñigo Urkullu, ha indicado que, "en estos años", han visto que "con preocupación la obsesión por enturbiar" y "ensuciar la situación a encarar las oportunidades que ofrece esta nueva situación para las próximas décadas". "Parece que temen que la nueva situación deje en evidencia sus carencias y el hecho de que no tienen problema en ejercer de bastón del régimen", señala.
Sobre la posibilidad que se barajó de que ETA no desapareciera hasta que se resolviera el tema de los presos, explica que, como se ha visto con el desarme, "en el tema de los presos también se están intentando otras vías, con algunos avances por primera vez en mucho tiempo, aunque sean ciertamente pequeños".
"Unir el final de ETA con la solución al problema de los presos supondría la semilla de un nuevo bloqueo. Ya hemos visto estos años que los gobiernos superan esa ecuación con facilidad. Presentan la resolución integral del conflicto como una demanda de ETA y les será más difícil si es una demanda del pueblo", asevera.
En todo caso, apunta que los militantes de ETA "llevarán hasta la muerte haber formado parte de ETA". "A nivel de sentimientos, seremos de ETA siempre. Asumiendo todo lo hecho, incluyendo los errores y todas las cargas", apunta, para señalar que "ETA desaparecerá como organización, y por tanto, como consecuencia de su decisión, sus siglas no se usarán en la acción política".
Tras señalar que ahora "la batalla principal está en superar el conflicto y sus consecuencias", asegura que, "en este momento, la distancia respecto al proyecto de España es mayor que nunca". "Creemos que en Euskal Herria hay fuerza, valentía e inteligencia suficiente para conseguir otra realidad política y social. Y por eso, hemos decidido disolver la organización", apunta.
Asimismo, cree que "se ha puesto una base suficiente para que Euskal Herria no sea asimilada y para construir un proyecto liberador". ETA segura que "el proyecto de crear el Estado Vasco exige un esfuerzo colectivo impresionante", concluye.