El Ministerio Fiscal inicia los trámites para llevar ante los tribunales a Luis Rubiales. Ese beso que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol dio sin consentimiento a la jugadora Jennifer Hermoso es un delito, un delito tipificado en el Artículo 178, denominado agresión sexual. A este hecho, según apuntan los expertos, se suma que es un abuso de autoridad, puesto que Rubiales es el superior jerárquico de Hermoso.

"Primero, porque estamos hablando de que falta ese consentimiento afirmativo de la víctima, y por otro lado, que además no se precisa ningún ánimo libidinoso por parte del señor Rubiales. Con lo cual, serían unos hechos tipificables en el Código Penal", señala a laSexta el juez Ignacio González Vega.

La abogada Pino Inmaculada De la Nuez Ruiz, por su parte, destaca los derechos fundamentales que se están vulnerando en un delito sexual como este son la integridad física y moral, la dignidad, la libertad y la igualdad de la víctima. Por ello, este tipo de delitos están tipificados de uno a cuatro años de prisión.

La duda está en si se puede juzgar al todavía presidente de la Federación sin una denuncia previa de la jugadora, y la respuesta es que sí. "Si la víctima no denuncia, podría el Ministerio Fiscal interponer una querella por estos hechos", avanza el magistrado. Esto obligaría a Jennifer Hermoso a declarar ante el juez.

Al procedimiento penal se suma también la denuncia al Tribunal Administrativo del Deporte y elexpediente disciplinario de la FIFA. Procesos que acorralan, cada vez más, a Luis Rubiales.

La estrategia del equipo de Rubiales

Mientras tanto, su equipo busca el plano en el que se vea la cara de Jenni Hermoso durante ese beso no consentido.

Su estrategia ahora, de cara a una posible imputación, es demostrar lo indemostrable que hubo consentimiento. Quieren desvirtuar las declaraciones de la jugadora y reafirmarse en lo que Rubiales ya ha defendido, que ella dijo "vale" cuando él le propuso darleun "piquito".

Pero en esa imágen con la que la RFEF trata de justificar a Rubiales se observa cómo un jefe le está reclamando un pico a una trabajadora y cómo ella no tiene margen de maniobra. Esa superioridad será clave en este proceso.