La central nuclear de Almaraz, ubicada en Cáceres, con sus dos reactores, es la más potente de España. Con 2093 megavatios, llega a generar casi un 30% de toda la energía que se produce en el parque nuclear español.

A pesar de la polémica de sus instalaciones, el Gobierno de España es partidario de prorrogar la actividad de estas centrales, que muy pronto empezarán a cumplir los 40 años de vida.

La razón: aportan el 20% de la demanda energética en nuestro país. De hecho, ya se está avisando de que el cierre de esas centrales encarecería un 25% el recibo de la luz. El cierre de Garoña también va a costar dinero a los españoles: como mínimo 300 millones de euros.