En declaraciones al diario El Mundo, Aguirre se decanta porque en su partido haya un ala liberal, define la situación actual en el PP como de "stand by" y señala que nadie quiere moverse en este momento a la espera de un resultado en la formación de un Gobierno.

La expresidenta madrileña cree que "el PP necesita una regeneración a fondo, una refundación, porque se ha convertido en el nasty party (partido antipático)".

En su opinión la situación del partido en Madrid y Valencia, donde dos gestoras están al frente del mismo, es producto del retraso en convocar los congresos con carácter ordinario, y da "por supuesto" que falta democracia interna.

La política popular cree que su dimisión no es extrapolable a Mariano Rajoy o a Rita Barberá al señalar que es una decisión "personal" aunque considera que los que sí era extrapolable eran los resultados de las pasadas elecciones europeas, "aunque ellos decían que no".

No le consta que el PP se financiase de manera ilegal y afirma que "nadie tiene más interés que yo en que los responsables (de los casos de financiación irregular) sean descubiertos y castigados y devuelvan el dinero que han robado".

Aguirre reitera en la entrevista su demanda de evitar que Podemos se siente en el Consejo de Ministros y dice que es partidaria "de que hagamos todo lo que esté en nuestra mano por un Gobierno de los tres partidos constitucionalistas".