Cataluña hace frente a una tendencia estable en el aumento de nuevos contagios, pero crecen los ingresos en hospitales. "Lo que estamos viendo hoy es un reflejo de lo que pasó hace 15 días", ha expresado Daniel López Acuña, exdirector de Acción Sanitaria de la OMS. La subida descontrolada de casos en las últimas semanas tiene ahora sus consecuencias en los centros hospitalarios y en las UCI.

En las últimas 24 horas se han reportado 66 ingresos y 11 más en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). Ceuta ha notificado sus peores datos en toda la serie histórica: 387 positivos y ocho fallecidos, cuando hace un mes databa apenas 98 casos y un muerto por coronavirus. La razón, según los epidemiólogos, radica en que los círculos de contagios ya no se concentran en los jóvenes.

"Hay un segundo círculo concéntrico de otras edades, y esto va extendiéndose a toda la población y elevando la edad promedio", ha detallado López Acuña. Supera de nuevo los 50 años y presenta patologías previas, lo que aumenta las opciones para que su evolución acabe siendo grave. Preocupa que esto también se manifieste en los decesos.

En este sentido, José Félix Hoyo, presidente de Médicos del Mundo, cree que "es importante controlar el número de hospitalizaciones antes de que sobrepase esa capacidad hospitalaria porque, en ese caso, el número de muertos se eleva". En comunidades como Aragón o La Rioja, la ocupación ya está cerca del 100%, lo que preocupa seriamente a los expertos.

"Algunos epidemiólogos consideramos que es tan serio el tema de la presión asistencial que habría que poner un freno más definitivo y contundente", ha precisado López Acuña. La tendencia ya la marcan los datos. España atraviesa su semana más negra en el número de muertos por Covid-19. Sin contar el fin de semana, se han notificado 1.088 fallecidos.

"Hay una sensación de aplanamiento emocional. Parece que las personas que mueren son solamente números", ha lamentado el máximo dirigente de Médicos del Mundo. No se nos puede olvidar: 1.088 familias han perdido a un ser querido en la última semana.