Pocos hospitales españoles disponen en sus unidades de cuidados intensivos de un sistema de esclusas. Se trata de habitaciones estancas, antesalas diseñadas para para evitar que pacientes con una enfermedad contagiosa, como la COVID-19, puedan propagar el virus a través del aire.

El presidente de Médicos del Mundo, José Félix Hoyo, defiende que se trata de un lugar de descontaminación para estos hospitales que no cuentan con un sistema similar.

En Toronto existe un hospital creados específicamente para ser seguros contra las pandemias por su capacidad para aislar áreas enteras. Pero, ¿hasta qué punto es factible instalar estos recintos cerrados en hospitales ya construidos?

Para José Félix Hoyo, se trata de una instalación que sería “sencilla” de realizar por un precio “no demasiado elevado”. “La duración para construir una esclusa completa puede estar en torno a una semana o diez días”, afirma.

Porque nuevos escenarios se abren ahora que la OMS considera que las partículas del virus pueden permanecer suspendidas en el aire en espacios cerrados, no solo en hospitales, en cualquier otro lugar.

"Esto tiene unas repercusiones sobre todo en el planteamiento de cuáles son los sistemas de ventilación de los lugares donde hay personas vulnerables, que tipo de aire condicionado se puede utilizar", prosigue José Félix Hoyo. Factores que obligan a levantar nuevos diques para contener la propagación del virus.