Con la mirada puesta en Vistalegre, el secretario político de Podemos reclama unas reglas del juego distintas: "Hay que intentar garantizar que podemos tener primero un debate político de hacia dónde va Podemos, que no tenga que ver solo con el culebrón o de la pelea de gallos de si a uno prefiere a papa o a mama".

Pese a las discrepancias, el secretario general, en una entrevista en cuarto poder, asegura que quiere incluir en la dirección al número dos del partido: "Me gustaría que Errejón y Urbán estuvieran en la próxima dirección".

Hay dos formas de ver el modelo organizativo del congreso: los afines a Errejón buscan que primero se debata el proyecto de partido y después quién debe encabezarlo mientras que los afines a Pablo Iglesias apuestan por una única votación de programa y lista.

Los errejonistas, a través de un manifiesto, ya han pedido medidas "más democráticas" y que el congreso no se convierta en "un combate de boxeo". Entre los firmantes hay 12 miembros de la ejecutiva estatal entre ellos el propio Íñigo Errejón, también miembros de los ayuntamientos como Rita Maestre, diputados del congreso como Sergio Pascual y Tania Sánchez y también líderes y portavoces autonómicos, entre ellos, Nagua Alba de Euskadi y José Manuel López de Madrid.

Pablo Echenique piensa que el manifiesto está mal planteado porque dice, que los que se postulan tienen sus propias ideas: "Creo que los principios son los correctos, son los que yo me identifico de mayor democracia pero creo que el razonamiento es incorrecto". Un modelo que tiene que cerrarse para celebrar el Vistalegre 2 el próximo mes de febrero.