En el sexto aniversario del referéndum del 1 de octubre, el Govern traslada firmeza sobre la autodeterminación. El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha prometido "utilizar toda la fuerza democrática en la negociación" porque, ha dicho, "eso que parece imposible se puede hacer realidad".

Este año, la fecha llega en un momento político complejo en el que Pedro Sánchez necesita los votos de Esquerra Republicana y Junts para ser presidente: en este contexto, ambos partidos independentistas exigen la amnistía para darle su apoyo y ahora quieren forzar a que el referéndum esté también encima de la mesa.

Así, ante los suyos Aragonès ha insistido en una declaración institucional en que no van a aceptar menos, reivindicando que "la autodeterminación se sitúa en el centro de la resolución del conflicto". "Si el Gobierno de España quiere resolver el conflicto realmente el conflicto de soberanía con Cataluña, ha de escuchar y atender a esta demanda", ha advertido.

En un vídeo, su partido reivindica que lo ocurrido hace ahora seis años no puede caer en saco roto. Con tono épico, también Junts declara en un vídeo que insistirá hasta volver a poner las urnas. Desde esta último formación, el expresident Carles Puigdemont ha reivindicado el 1-O como una "victoria" e insta al independentismo a volver a la "fórmula original" de unidad.

En las calles, entretanto, este domingo se ha registrado poca afluencia en las marchas de los Comités de Defensa de la República (CDR), que han vuelto a manifestarse, al igual que la Asamblea Nacional Catalana (ANC), que ha salido a la calle a recordar a Esquerra y Junts cuál es el objetivo: no quieren que les perdonen, dicen, solo les vale la independencia.