La ampliación de la OTAN con las peticiones de adhesión de Suecia y Finlandia, aprobada este jueves en el Congreso, vuelve a dividir al Gobierno de coalición y a alejar al PSOE de sus socios parlamentarios.

Aunque el protocolo ha salido adelante en la Cámara Baja con 290 votos favorables -de PSOE, PP, Vox, Ciudadanos, el PNV y el PDeCAT, entre otros-, Podemos se ha abstenido. Sin embargo, dos de sus diputadas, Rosa Medel y Gloria Elizo, han votado en contra, aunque posteriormente han aclarado a la dirección del grupo que se han equivocado.

También han votado en contra los cinco diputados de Izquierda Unida y la diputada Meri Pita (que dejó el grupo confederal), los diputados de la CUP y el representante del BNG.

Algunos de los aliados parlamentarios de Pedro Sánchez, como ERC, EH Bildu, Más País o Compromís también han decidido abstenerse argumentando que no se puede votar en contra de las peticiones soberanas de estos dos países.

"Todo el mundo sabe lo que pensamos de la OTAN pero al mismo tiempo es un tema que afecta a la soberanía de Finlandia y Suecia", recalcaba esta semana el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, mientras que ERC y Bildu señalan una justificación similar. "No nos podemos posicionar acerca de las decisiones que toman legítimamente las respectivas soberanías de esos países", comentaban por su parte a Efe fuentes del grupo republicano.

Albares resta importancia a la división

Y es que el protocolo de adhesión solicitado por Suecia y Finlandia debe ser ratificado por los diferentes parlamentos de los países miembros de la Alianza. El Congreso de EEUU lo hizo el pasado 9 de agosto, convirtiéndose en el vigésimo tercer país de la OTAN en ratificar la entrada de Finlandia y Suecia. Los miembros de la OTAN son actualmente 30 y se convertirán en 32 con estos dos nuevos países.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha restado importancia a la división entre PSOE y Unidas Podemos frente a la ampliación de la OTAN y recientemente ha señalado que "tanto Suecia como Finlandia están muy agradecidos con la rapidez con la que España está respondiendo a lo que es no una demanda del Gobierno español, sino una solicitud de ambos gobiernos (europeos)".

Dentro del grupo parlamentario de Unidas Podemos, por su parte, se han debatido intensamente los diferentes posicionamientos. Ante la Cumbre de la OTAN celebrada en Madrid, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ya dejó claro que está comprometida con el pacto de Gobierno en torno a la Alianza Atlántica, pero otros exdirigentes morados como el que fuera secretario de Estado para la Agenda 2030, Enrique Santiago, acudió a manifestarse contra la cumbre.

"Que nadie se sorprenda porque el Partido Comunista Español apoye la solución de los conflictos, pida la disolución de las alianzas militares y pida la construcción de alianzas de paz", dijo Santiago hace pocos meses como secretario general del PCE.

Por otra parte, las relaciones entre IU y Podemos no atraviesan su mejor momento debido a las tensiones entre ambas fuerzas en Andalucía, arrastradas desde las negociaciones de la coalición para las elecciones de junio, y que ahora se han agudizado por la decisión de Izquierda Unida de sustituir a la diputada morada en la Mesa del Parlamento andaluz por la de Más País.

No obstante, el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ha asegurado que funcionan con normalidad entre las confluencias y que ese choque entre los dos partidos no se ha trasladado al grupo parlamentario.