Una enfermera alemana ha confesado haber usado suero fisiológico para rellenar seis jeringuillas en las que debería de haber introducido la vacuna contra el coronavirus.

Según recoge el diario 'Deutsche Welle', ella misma confesó a una amiga lo ocurrido. Mientras trabajaba en un centro de vacunación en el distrito de Frisia (Baja Sajonia) se le cayó un frasco con dosis de Pfizer. Para ocultar su error, a la enfermera no se le ocurrió otra idea que sustituir el liquido de la jeringuilla por una solución salina.

Cabe recordar que cada ampolla equivale a seis dosis de la vacuna contra el COVID-19, por lo que seis personas que fueron vacunadas en ese centro no habrían recibido realmente la inmunización.

Tal y como ha indicado la Policía y recoge el citado medio, "la mujer dijo que el motivo de su acción era evitar tener que informar a alguien sobre el frasco que se le había caído".

El problema es que se desconoce quiénes fueron las personas afectadas, a las que no se les puso realmente la vacuna, por lo que las 200 personas que acudieron a ese centro de vacunación el pasado miércoles 21 de abril tendrán que volver.

A estos pacientes se les examinará con una prueba de anticuerpos para poder dilucidar si efectivamente recibieron la vacuna de Pfizer o se les inyectó la solución salina, sustancia que, por otra parte, no representa ningún riesgo para la salud.