El juez empieza a desmadejar a Nicolás. Ya ha interrogado a Javier de la Hidalga, al que presuntamente estafó. Sólo buscaba vender una finca hasta que un huracán llamado Francisco Nicolás entró en su vida.

Pepe Oneto, amigo del empresario cuenta que tras un encuentro casual el chico se ofreció a colocar la propiedad, lo que terminó de convencer a De la Hidalga fue la información que manejaba el joven. "Lo que le terminó de dejar impresionado fue la información que tenía de él". 

Lo primero que le dijo fue que vicepresidencia quería un refugio para tener contactos discretos con el rey y el CNI. "Sería una casa al servicio del Estado", cuenta Oneto. 

Esa fue la primera versión pero tras hablar de la existencia de un inversor hondureño subió la apuesta. "Él tiene la posibilidad de acceder al presidente guineano, le pide un posible adelanto de 600.000 euros". 

Al ver que Nicolás reclamaba dinero por sus gestiones, pero nada fraguaba, la mujer de De la Hidalga le pidió pruebas al joven que los subió a su coche y dijo llevarles a casa de la vicepresidenta.

"Por el camino es cuando habla por teléfono, supuestamente, con Soraya Sáenz de Santamaría. Entonces dice que el tema se ha complicado y se le puede ver porque el niño está malo", revela Oneto. 

Días después De la Hidalga fue interrogado por la policía, abriendo un proceso que intenta aclarar que hay de verdad en los manejos de Nicolás.Será este viernes en un interrogatorio en el que quiere estar Manos Limpias.