La imagen de Luna, una voluntaria de Cruz Roja, abrazando y consolando a un migrante en la playa del Tarajal de Ceuta que acababa de cruzar a nado conmovió a toda España.

TVE ha localizado a ese joven, se llama Abdou y vive en un barrio muy popular a las afueras de Casablanca, en Marruecos. Él sigue con la misma ropa con la que llegó a suelo Español y desde aquel día no sabe nada de su hermano con el que cruzó la frontera.

Ese es el motivo por el que Luna le consoló: Abdou llegó exhausto y vio que su hermano no reaccionaba, temió lo peor y se derrumbó en sus brazos. Desde entonces no se encuentra bien y está desanimado.

Ahora Luna y Abdou han podido reencontrarse a través de una videollamada muy emotiva. "¿Qué tal está? ¿Cuánto tiempo lleva ahí? ¿Quiere volver?", ha preguntado la voluntaria entre lágrimas.

Él le ha dado las gracias por el apoyo y ha asegurado que no entiende que "ataquen a Luna por hacer su trabajo": "Solo intentaba consolarme, fue un gesto humano". Ella ha preferido no mostrar su cara después de los ataques racistas que ha recibido tras la difusión de la imagen en la playa.

"Ay, madre mía, quiero abrazarle", ha dicho Luna mientras ambos se miraban sonriendo y con las lágrimas. "Solo quiero ir a España, buscar un trabajo, enviarle dinero a mi abuela y tener una vida digna", ha dicho el joven.

Luna Reyes, de 19 años, se ha convertido en un símbolo de lo humano frente a la crisis en la frontera de Ceuta con Marruecos. La joven ha sido objeto de la extrema derecha y ha recibido numerosos ataques, lo que la ha forzado a cerrar sus cuentas en redes sociales.