Euskadi acoge sin grandes sorpresas los resultados de las elecciones más atípicas de su historia, marcadas por una crisis sanitaria que no parece tener fin. Íñigo Urkullu vuelve a triunfar y revalida su liderazgo con 31 escaños. Lo hace, además, por tercera vez consecutiva, tras su victoria con los nacionalistas vascos en 2012 – comicios en los que el PNV logró 27 escaños– y en 2016 –con 28 escaños–.

Sin embargo, y como sucedió en la última llamada a las urnas en la región vasca, el éxito de Urkullu se ha visto empañado por la falta de los apoyos necesarios para gobernar con mayoría absoluta. Así, parece que tendrá que depender nuevamente del Partido Socialista de Euskadi (PSE-EE) para iniciar esta nueva legislatura con un gobierno de coalición.

Los números –que puedes comprobar utilizando nuestro pactómetro– dicen que ambas formaciones suman, más si se tiene en cuenta que el partido liderado por Idoia Mendia también ha mejorado sus resultados respecto a 2016, logrando 10 escaños frente a los 9 que consiguió en 2016. Sin embargo, no ha conseguido posicionarse como segunda fuerza.

Los socialistas no han podido arrebatar a EH Bildu su puesto. La formación abertzale, con Maddalen Iriarte a la cabeza, no sólo se ha consolidado como segundo partido más votado en el País Vasco por detrás del PNV, sino que lo ha hecho mejorando sus resultados: logra 22 escaños, muy por delante del resto de grupos que entran en el parlamento.

En contraposición, Podemos, que llegaba a estas elecciones con la esperanza de mantener los 11 escaños que logró en las anteriores votaciones, ha sufrido una importante pérdida de confianza de los electores. La formación morada, que contaba con Miren Gorrotxategi como candidata a lehendakari, sólo ha obtenido 6 escaños en 2020 y se posiciona como cuarta fuerza política.

Batacazo de la derecha en el País Vasco

El rostro más amargo de la noche electoral vasca entre la derecha tiene nombre y apellidos. Carlos Iturgaiz era la apuesta directa de Pablo Casado para mejorar los resultados del PP en la comunidad, pero no ha funcionado, y es que entre los populares preocupaban unas expectativas que finalmente se han cumplido este 12 de julio.

La 'prometedora' alianza con Ciudadanos no ha ayudado a alcanzar este objetivo. Ni siquiera han conseguido mantener los nueve parlamentarios obtenidos en 2016 por Alfonso Alonso; todo lo contrario. El PP y la formación naranja han salido duramente golpeados de estas elecciones, consiguiendo únicamente cinco de los 75 escaños en juego.

Por su parte, Vox se enfrentaba a la difícil tarea de entrar en la Cámara vasca desde la derecha, y finalmente ha conseguido un escaño en el Parlamento. Se presentaba a las tres provincias vascas por primera vez.