Ciudadanos desaparece en la Comunidad de Madrid. La formación liderada por Edmundo Bal no ha logrado alcanzar el 5% de los votos necesarios para lograr entrar en la Asamblea tras las elecciones de este 4 de mayo.

Resultados devastadores para la formación naranja, que ha perdido los 26 diputados que poseía en la región, y gracias a los que consiguió entrar en el Gobierno de la Comunidad de Madrid en los comicios de 2019.

En una dura comparecencia junto a otras personalidades del partido como la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, y la líder del partido, Inés Arrimadas, Bal se ha mostrado visiblemente afectado: "Estamos en una noche dura para este partido, para el centro político, para la moderación, para la sensatez", ha lamentado ante los medios el candidato de los 'naranjas', que ha asegurado que el mal resultado de Ciudadanos es también "para los madrileños, para un proyecto de unión y de concordia".

Arrimadas ha asegurado que no dimitirá a pesar de la debacle en una pieza tan relevante para el panorama político nacional como es la Comunidad de Madrid, y ha querido agradecer al candidato madrileño su trabajo en las elecciones. "Muchas gracias a los 130.000 madrileños que habéis confiado en nuestro proyecto y habéis votado centro en un escenario de enorme polarización. Seguiremos trabajando juntos por una España sin bandos y un futuro para todos. Y gracias en especial a ti, Edmundo. Por todo", ha apostillado en Twitter.

En la última llamada a las urnas Ciudadanos consiguió postularse como la tercera fuerza política, a tan solo cuatro puntos del PP de Ayuso. Con la unión de estas dos formaciones y los apoyos de Vox, el entonces candidato Ignacio Aguado consiguió alzarse vicepresidente de la Comunidad de Madrid.

Sin embargo, sus disputas con la 'popular' saltaron en numerosas ocasiones a los medios de comunicación y su relación acabó por romperse con el simple aleteo de una mariposa en Murcia. Ayuso salía ante los medios para anunciar la ruptura definitiva de su Gobierno ante el temor de un efecto rebote en el mismo. "La inestabilidad institucional provocada por CS Y PSOE en Murcia nos ha llevado a esta situación", reconocía entonces.

La decisión desataba una tormenta difícil de frenar. "Si Ayuso convoca elecciones es porque quiere pactar con Vox, porque quiere irse más a la derecha", afirmó entonces el exvicepresidente en Al Rojo Vivo, augurando a los madrileños a una nueva votación, decía, por capricho: "Ella misma decía que votar en Cataluña era una temeridad. Lo hace para arañar voto".

Pero nada frenaba a los 'naranjas' su intención de retomar la mano de la 'popular'. Con Bal a la cabeza, Ciudadanos apostaba por ser el "freno" de Ayuso en su giro a la derecha. Se postulaba como la alternativa a la extrema derecha y la única posibilidad de que Vox no condicionara "las políticas madrileñas de los próximos años". "O Monasterio o yo": ese fue su lema. Y, a la espera de la configuración de la Asamblea durante las próximas jornadas, parece evidente que Ayuso solo podrá gobernar con el apoyo o la abstención de la candidata de Vox.