La del Partido Popular no ha sido el único golpe electoral que se ha dado en estos comicios generales. Unidas Podemos ha protagonizado otra de las grandes caídas de este 28 de abril, si bien el resultado, en comparación a los datos que arrojaban las encuestas desde la convocatorio, ha sido mejor del esperado. Esto, sin embargo, no debería contentar a la formación de Pablo Iglesias.

La razón: sus números no coinciden con los del PSOE para formar la ansiada coalición con mayoría absoluta que pedían con los socialistas desde la formación morada. El bloque de la izquierda erigido tras el rechazo de Ciudadanos a cualquier tipo de negociación con Pedro Sánchez exigía unos mínimos para que ese gobierno fuera posible sin el apoyo de los independentistas, algo que el PSOE planteaba como clave y podría cambiar de rumbo el funcionamiento de este bloque.

Porque Unidas Podemos no suma con el PSOE en la primera vuelta, pero sí lo hace Ciudadanos, y esto pone en duda las posibilidades de Pablo Iglesias de compartir la dirección del país con Pedro Sánchez para impulsar un gobierno progresista. Pero el secretario general de la formación morada no parece rendirse, y así lo ha declarado en su primera intervención tras conocer que su formación ha conseguido 42 diputados, muy lejos de los resultados de 2016, cuando llegó a los 71 escaños, aunque los cuatro de Compromìs no se integraron en su grupo parlamentario y pasaron al Mixto.

Si bien Iglesias ha reconocido que este no es el resultado que él esperaba en estas elecciones, sí considera que son "suficientes" para cumplir los dos objetivos que plantean desde su partido: frenar a la derecha y construir un gobierno de "coalición de izquierdas". En esta línea, ha continuado el líder de Podemos, considera que "ahora toca trabajar con paciencia y discreción", y ha explicado que ha llamado por teléfono a Sánchez para felicitarle por su victoria. Además, le ha trasladado su "voluntad" de trabajar para formar una coalición de izquierdas frente a la "tentación" de reunirse con Ciudadanos.

Según ha dicho, quedan por delante muchas reuniones para hacer un programa de Gobierno y cumplir "el mandato de los ciudadanos" para que en España haya "un gobierno de coalición de izquierdas que lleve a cabo políticas que lleguen a las mayorías sociales. Sus palabras no han pasado inadvertidas ni en el Teatro Goya, donde la formación ha seguido con tensión los resultados que arrojaba el escrutinio en directo, ni en Ferraz, donde los socialistas, al recibir entre vítores y aplausos a Pedro Sánchez, han gritado "sí se puede" y "con Rivera no". Mensajes que ha recogido Pedro Sánchez, que ha respondido: "Creo que ha quedado bastante claro".