Ha sido uno de los momentos más tensos del 'Debate 7N: la última oportunidad'. Tras un cruce de acusaciones previo, la presidenta de Vox Madrid, Rocío Monasterio, ha acusado al PSOE de María Jesús Montero de "dirigir a los medios progres de la izquierda contra Vox". "Tienen que pedir perdón", ha dicho Monasterio, quien ha añadido que los socialistas al "igual que dictan a los fiscales, dictan también a los medios de comunicación".

Monasterio ha terminado culpabilizando al PSOE de que "a una coordinadora del partido se le haya dado una paliza en el País Vasco mientras repartía folletos en la calle", en referencia a la agresión sufrida por Nerea Alzola. "Eso es lo que provoca el PSOE cada vez que llama xenófobo a alguien de Vox", ha terminado.

Por su parte, Montero ha recalcado que Vox "tiene comportamientos xenófobos" y "siembra el odio" y ha terminado diciéndole a Monasterio que pida perdón "por intentar pasar como delincuentes a los menores inmigrantes no acompañados".

Tensión entre Montero y Monasterio por la violencia machista

Ese no ha sido el único momento tenso que ha vivido Rocío Monasterio en el debate. Uno de los más fuertes ha sido el protagonizado por Irene Montero y la representante de Vox.

"¿Quiere entonces que los violadores reincidentes estén en nuestras calles? Luego se llevan las manos a la cabeza cuando una pobre mujer se cruza con uno de estos desalmados. Ustedes hablan pero no actúan", le ha interpelado Monasterio.

A lo que Montero ha respondido tajante: "Reventar el minuto de silencio por un asesinato es de ser un desalmado", en alusión al acto que no respaldaron en el Ayuntamiento de Madrid.