Hablamos de las cosas que funcionan en campaña: una de ellas, la emoción, como ha ocurrido en un acto de Ciudadanos en Albacete. Las lágrimas de Pablo Sarrión, uno de los candidatos al Congreso por Madrid de Albert Rivera, marcan el momento. Se enfrentó así por su condición sexual al que era candidato de Vox por Albacete.

Su madre lo ha acompañado en el mitin para contar la dureza de su infancia. "Grabada en la madera de la mesa le ponían 'Boris'", ha relatado. Y él se ha roto. Emoción también ha habido en el acto de Unidas Podemos, donde se han escuchado gritos de "¡Viva España!".

A ello ha respondido efusivamente el propio secretario general de la formación, Pablo Iglesias: "Ningún patriotero de charanga y pandereta nos va a dar lecciones de lo que significa ser español". De esta manera, la formación morada vuelve a la emoción en un viaje a sus principios.

Se puede luchar contra la austeridad, según ha asegurado Iglesias, porque las encuestas se hicieron antes de que él volviera tras su baja por paternidad. Así lo ha afirmado el líder de Unidas Podemos en declaraciones a la Cadena SER. En campaña también funciona firmar autógrafos a todos; incluso, como ha hecho Pablo Casado, a los niños que en vacaciones de Semana Santa cambian colegio por mitin.

Se premia la cercanía, cuenta caracterizarse y sacar a la luz esa historia personal oculta. "Me compré mi primera moto por el concurso '1, 2, 3...'", ha reconocido el número cuatro de Ciudadanos al Congreso, Edmundo Bal. En campaña hay que estar en todo, y PNV en los cumpleaños también.