Insultos y golpes al vehículo protagonizaron la salida del equipo de Albert Rivera de Errenteria. "Sentí impotencia de ver que todavía en mi país hay zonas de España donde no hay libertad", explicaba Rivera un día después.

El líder de Ciudadanos, que continúa su campaña, ha asegura que lo que ocurrió es "consecuencia de 40 años de nacionalismo hegemónico" y que espera "poder salir algún día sin escoltas, sin amenazas, ni insultos".

Una hilera de la Ertzaintza tuvo que escoltar un recorrido cargado de tensión con tumultos de personas con más de una caída, un ertzaina por los suelos y con los propios simpatizantes de Ciudadanos que acudieron al acto saliendo escoltados.

"Hay que ser un verdadero héroe para pasar los dos controles de seguridad y que los vecinos te puedan identificar", dice Maite Pagazaurtundüa en ARV.

Todo después del mitin de la formación que algunos intentaron boicotear en un lugar que un día después está tranquilo, aunque algún vecino mantenga que "fueron a provocar" porque "votos aquí no van a sacar".