El muro de independentistas concentrados a las puertas del Palau de Congresoss resultó infranqueable para muchos de los invitados a la ceremonia de los Premios Princesa de Girona.

Decenas de ellos tuvieron que darse la vuelta ante el acoso de los manifestantes que les empujaron, escupieron e insultaron. Especialmente virulenta fue la persecución a la que sometieron a Josep Bou, concejal del PP en el Ayuntamiento de Barcelona. Entre la turba, manifestantes de todas las edades y completamente fuera de sí increparon a Bou, que recibió escupitajos y, según ha narrado en Al Rojo Vivo, también fue víctima de algunos golpes.

El empresario Antonio Castañer también fue increpado y perseguido, e incluso llegó a las manos con algunos de los manifestantes.

Tampoco lo tuvieron fácil los periodistas: allí donde había uno, había también una multitud obstaculizando su trabajo para evitar que se viese lo que se estaba viendo. Para lograrlo taparon objetivos, amenazaron y persiguieron a cámaras y redactores.