Es bien sabido que allá donde van en campaña, los candidatos levantan pasiones. "Viva la madre que te parió", gritan a Sánchez, agradecido. De hecho, hay audiencias tan entregadas que el mitin se convierte en conversación. En este caso, el candidato del PSOE lo reconoce: "Me gustan los mítines interactivos".

Y es que las elecciones en primavera, la sangre alteran. Y con tanta entrega, como le ha pasado a Albert Rivera, no importa ni que fallen los micros, porque en Sevilla saben cómo llenar los silencios: tocando palmas y al grito de 'olés'.

La rueda electoral no se detiene ni aunque el candidato esté de cumpleaños, como le ha pasado a Santiago Abascal, que lo ha celebrado con una entrevista. En la misma, el líder de Vox se une a Morante de la Puebla en El Independiente para mostrar un apego a la vida rural, como les ha surgido a muchos estas semanas.

Otros, como el expresidente Mariano Rajoy, han criticado precisamente estas acciones: "Algunos creen que gobernar es crear un titular o subirse a un tractor". A falta de tractor, más fotogenicos son los corderitos y las gallinas. O así lo ha creído al menos Pablo Casado.

Entre mitin y mitin, los candidatos también encuentran tiempo libre, y el líder del Partido Popular lo aprovecha para ir de procesión. Algunos intentan que su mensaje llegue mejor y más lejos, y por eso lo cantan. "Abascal, Abascal, deja de darnos la lata", se ha arrancado Andoni Ortuzar, presidente del PNV.

Y si hay que aprender nuevos idiomas, se hace, aunque sean tan complicados como el Euskera, como lo ha intentado Pablo Iglesias cantando 'gora borraka feminista'. Incluso, los que parecía que ya no podían sorprender más, como Miquel Iceta, se superan: hasta imitando a los auxiliares de vuelo para indicar el camino a seguir. Puestos a convencer, hay quienes ya están trabajando en los votos del futuro.