En un comunicado, Anticapitalistas coincide con la dirección de Podemos en que el resultado electoral no ha sido el esperado por quienes querían un cambio político, ya que el PP ha ganado y, aunque PSOE y C's pierden votos y escaños, "resisten lo suficiente como para permitir que la gobernabilidad del régimen esté garantizada, al menos en el corto plazo".

Por eso, creen que a Podemos ahora le toca invertir la dinámica de movilización surgida del 15M que le ha permitido confrontar con las élites en el plano electoral, y abrir "un proceso de construcción popular por abajo a medio plazo" que les permita fortalecerse, incidir en las próxima legislatura y prepararse "para las próximas batallas".

El sector anticapitalista, del que proceden entre otros el eurodiputado Miguel Urban y la secretaria general de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, destaca también que la suma entre Podemos e IU pierde más de un millón de votos con respecto al 20D y "no logra maximizar su potencial". Si bien, apela a no minusvalorar que han logrado unos cinco millones de votos siendo "una fuerza política nueva, que ha sufrido duros ataques de las élites".

"Esto confirma que, aunque falte mucha gente todavía, hemos conseguido construir un bloque electoral capaz de confrontar con los partidos de los de arriba", señala en defensa de la unión con IU y sin ocultar su "decepción" por no haber cumplido sus expectativas a corto plazo.

Pero, en el escenario surgido del 26J, sostienen que su papel está en la oposición porque "gobernar o apoyar un gobierno tiene que significar lograr mejoras concretas para las clases populares y a la vez, permitir abrir vías hacia una sociedad radicalmente democrática, ecofeminista y socialista".

"Es el momento de delimitar claramente los campos políticos: ninguna combinación de gobierno de las posibles es la nuestra y nos toca pasar a la oposición y construir con firmeza, (...) utilizando los parlamentos como caja de resonancia de las de abajo, levantando una confluencia que no sea sólo una alianza de partidos, sino una alianza social entre la clase trabajadora y las clases medias", recalca el comunicado.

Tras este ciclo electoral, Anticapitalistas pide que se abra un "debate honesto y compañero en el bloque del cambio", y en ese contexto anuncia que defenderá su propuesta "de partido-movimiento amplio, implantado por abajo, vinculado al conflicto y a las clases populares, útil para los movimientos sociales con vocación de ruptura y por supuesto, pluralista". "Hay que construir de forma unitaria, respetando y dialogando entre las diferentes hipótesis.

Y hay que seguir construyendo la unidad popular por abajo frente a la unidad de las élites. Toca ahora, por tanto, desplegar la unidad electoral también en el terreno de lo social y las resistencias", concluye.