Una de las personas abstencionistas que donará su voto es Jesús, que votará el 20D pero no por él, sino por un español que vive a más de 16.000 kilómetros de distancia, en Adelaida, Australia. Él mismo dice que "no tenía claro a quién quería votar". "Me fastidia mucho que gente joven se haya tenido que ir de este país y me dolía mucho que esa gente no pudiera votar".
Por las razones que explica se convirtió en un donante gracias a la campaña de la Marea Granate 'Rescata mi voto' y ha recuperado la ilusión.
Miles de abstencionistas voluntarios donan su papeleta a los expatriados que no han podido ejercer su derecho a voto.
Aida, una española residente en Estados Unidos, ha recurrido a esta iniciativa porque para ella era físicamente imposible ir a rogar el voto al consulado: "Tardaría como mínimo 3 horas y cincuenta minutos en llegar al consulado de España".
La Marea ya ha rescatado más de 1.700 votos, pero hay casi 7.800 emigrantes inscritos que aún necesitan un donante
Araitz, otra inmigrante española, agradece esta iniciativa: "La otra parte está ahí en España, por tanto sí puede ejercer el derecho a voto, pero no le convencía ninguno de los candidatos y en vez de quedarse en casa inmóvil, decidió donar el voto a una persona que sí quiere votar pero que no puede ejercer su derecho". Un voto que acerca a las urnas a todos los que están lejos.