Fue un cara a cara muy áspero, centrado en la corrupción del PP y el caso Bárcenas, temas con los que el líder socialista intentó arrinconar a Rajoy con este asunto y derivó en cruce de descalificaciones que marcará los últimos días de campaña.

En el ecuador del cara a cara y tras una hora de debate, tocaba hablar de corrupción, momento en el que Sánchez decidió sacar la artillería pesada, diciéndole al presidente del Gobierno que "lo que ha hecho ha sido enviar mensajes a un delincuente político para intentar calmarlo".

El caso Bárcenas es el detonante y el líder de la oposición remata con la acusación que enciende la mecha: "Usted dijo que todo era falso, en ese momento tenía que haber dimitido, porque el Presidente tiene que ser honesto y usted no lo es".

Sánchez mira a Rajoy esperando su respuesta, y tras estirarse en su asiento avisa de que "hasta aquí hemos llegado". En ese momento, el presidente se pone serio, muy serio y afirma ser "un político honrado, como mínimo, tanto como usted", para continuar esgrimiendo el argumento de no dedicarse a la política por dinero.

Para acabar, le recrimina a Sánchez su dureza, acabando la frase con los tres adjetivos que terminan por elevar el tono: "usted es joven y perderá, de eso se puede recuperar, pero de esta acusación no".

Por otra parte, los recortes y el rescate bancario fueron los grandes asuntos económicos del debate, y en ellos llamó mucho la atención que Rajoy negase haber recortado la prestación a los parados, algo que él mismo anunció en el Congreso en julio de 2012. Ambos se culparon mutuamente de la situación de la hucha de las pensiones.

En este apartado se vivieron momentos de mucha tensión, con Pedro Sánchez mostrando las portadas de los diarios que confirmaban el rescate bancario a España. Además, el líder socialista recordó al dirigente popular que ha recortado la prestación por desempleo.

El tercer punto clave fueron los asuntos sociales, y ni siquiera en un tema tan sensible como la violencia machista o la ley de dependencia lograron rebajar ese tono agresivo.

La afirmación que hizo el presidente del Gobierno al decir que en su legislatura ha aumentado un 50% la partida en dependencia ha indignado a familias y asocaciones, que recuerdan que 400.000 dependientes se han quedado sin ayudas.