Con los cinturones puestos, alguno más despistado, hemos visto arrancar a los cuatro candidatos en su ruta hacia el debate. Pablo Iglesias aprovechaba para escribir las últimas notas antes de su llegada y saludaba junto a Iñigo Errejón a sus militantes, que vinieron hasta la puerta a darle aliento.

En el coche de Pedro Sánchez, algo más despistados, él muy pendiente del móvil. En el de Rivera, carcajadas con su equipo, pisaba Atresmedia con una palabra en la boca "tensión". En el de Soraya también risas, a su llegada ha querido la  vicepresidenta acercarse a Herzog, el candidato de UPyD que estaba en la puerta.

Andrés Herzog, candidato a la presidencia de UPyD, recriminaba, a Ciudadanos y Podemos, la exclusión de otras formaciones de los debates y decía que "a la hora de la verdad el pluralismo político se defiende practicándolo".

Ya en plató, Pedro Sánchez se hizo de rogar. Foto para la historia y cada uno a su sitio. La vicepresidente controla su cámara, Sánchez da el 'OK'. Pruebas de sonido, saludos y suerte. Turno de la palabra.

Soraya justifica la ausencia de Rajoy, nombra la palabra rescate y Pedro niega. A Albert no le gusta, lo que dice Pablo tampoco le convence. Y a Iglesias, que no ha soltado el bolígrafo en todo el debate, le sorprende  que le digan que no va a ganar las elecciones. Pero el gesto más repetido ha sido pedir la palabra.

Turno de la publicidad, Soraya se aleja un poco más, Iglesias repasa con Errejón, Pedro hace lo propio y Albert aprovecha para acercarse a los presentadores, y ya con fuerza disparan munición pesada.

En el último descanso  gestos de complicidad y satisfacción entre Soraya y Albert. Pablo que se coloca la coleta mientras comenta con Errejón. Y Soraya se acerca a los presentadores para resolver sus dudas con la cámara a la que mirar. Y llega el último asalto. Hasta aquí, turno de besos, corrillos y despedidas del único debate a cuatro.