Desatascar el crecimiento económico y crear empleo serán dos de los retos de la octava legislatura de la Unión Europea. “Para eso haría falta una mayor armonización fiscal y una mayor confluencia entre las políticas económicas del norte y del sur” explica Rafael Pampillon, director del área de economía del IE.

Una armonización fiscal que intentará poner freno a un fraude e igualar la carga fiscal en toda la Unión Europea. Jóse Carlos Cano, presidente del Foro Europa Ciudadana, afima que “España podría verse obligada a tener que eventualmente subir los impuestos para cumplir con las directivas europeas”.

La nueva Comisión arrastra el lastre de una deuda pública de casi nueve billones de euros. “La deuda de la periferia son los préstamos de Alemania y de los países del Norte, y el déficit comercial de la periferia es el superávit de Alemania” explica Fernando Luengo, economísta de 'Econonuestra'. Pampillón, por su parte, dice que “Alemania tiene todo el poderío, de hecho, si la política monetaria del BCE cambia es porque lo decide Alemania”.

Las decisiones de la Comisión repercutirán también en la estabilidad de la zona euro. Pampillón se pregunta “¿Por qué Francia e Italia están mal? porque no han hecho las reformas, como las que hemos hecho nosotros, nosotros hoy estamos mejor que ellos, claro, Francia e Italia tienen la tentación de salirse del euro”. Por su parte, Fernando Luengo afirma que “el euro, en su distribución actual es un problema para  que la Europa solidaria y redistributiva funcione”.

La composición del nuevo Parlamento podría tener en la inmigración un nuevo caballo de batalla. “Un parlamento con 200 parlamentarios eurófobos puede marcar la legislatura de un modo muy negativo” dice Cano. Conseguir o no los objetivos, dependerá de la capacidad del nuevo Gobierno de firmar acuerdos.