Llega el momento de votar en las elecciones catalanas tras una campaña electoral atípica, no sólo porque nada más arrancar, el 5 de diciembre, coincidió con el Puente de la Constitución, ni porque la fecha de las elecciones cae por primera vez en un día laborable entre semana, sino por el contexto de polarización y tensión en el que se ha desarrollado, con candidatos en prisión, como le líder de ERC, Oriol Junqueras, y el expresident Carles Puigdemont huido de la justicia en Bruselas (Bélgica).

El debate sobre el 'procés', que ya capitalizó la atención en las elecciones de 2015, ha vuelto a centrar los mensajes de los candidatos, unos -JxCat, ERC y la CUP- para reivindicar el camino hacia la "república catalana" y denunciar la "represión" del Estado, otros -Ciudadanos, PSC y PPC- para reclamar el fin del proceso soberanista al constatar que lleva a Cataluña al "precipicio", y algunos -los comunes- para matizar a uno y otro bloque.

Una de las claves de estas elecciones puede estar en la participación, que si ya fue elevadísima en 2015 -rozó el 75%- esta vez los expertos en demoscopia pronostican que puede alcanzar una cifra récord. Según el INE, de los 5.554.394 catalanes con derecho a voto, 5.328.013 son residentes en Cataluña -3.981.177 en la provincia de Barcelona, 549.246 en Tarragona, 499.730 en Girona y 297.860 en Lleida- y 226.381 están registrados en el extranjero.