La formación de Luis Tudanca ha logrado la victoria en Castilla y León con el 34% de los votos y consigue 35 escaños. El PP le sigue de cerca con el 31% de votos, logrando 30 escaños. En tercera posición se encuentra Ciudadanos con el 15% de votos y 12 escaños; empatando y a gran distancia, Vox, Podemos, UPL y XAV consiguen un escaño.

El PSOE ha conseguido ganar una comunidad que ha sido un feudo histórico popular. A pesar de que la formación tendrá la gobernabilidad difícil debido a la obtención de 12 escaños por parte de la formación naranja que, sumados a los obtenidos por los populares, que ha sufrido un gran debacle perdiendo 11 escaños, podrían dar la llave para la continuidad de la formación dirigida por Pablo Casado.

Otra gran pérdida ha sido la que ha experimentado Unidas Podemos, que ha pasado de obtener diez escaños en los comicios de 2015 a adquirir solo uno.

Francisco Igea será el responsable de decidir cómo se conforma el próximo gobierno de Castilla y León, ya que sus 12 diputados serán claves para poder constituir un Ejecutivo liderado por el centro derecha o, en su caso, darle la victoria al candidato socialista tras haber obtenido la mayoría de los votos.

La campaña de estas autonómicas ha sido el punto de partida hacia una era post-Juan Vicente Herrera, quien no ha optado a la reelección tras 18 años al frente de la Junta. Ha sido también un escenario electoral más abierto que nunca en una comunidad que ha vivido tres décadas de gobiernos de los populares.

El PP ha sido el partido hegemónico en Castilla y León desde 1987. La cuna política de José María Aznar lleva siendo gobernada de manera ininterrumpida por el PP, a excepción de algunos ayuntamientos como el de Valladolid, que estuvo en manos socialistas.

Estas elecciones pronosticaban una variación en los resultados tras los datos que nos dejaron las pasadas elecciones generales del 28 de abril, en las que el PSOE se situó como primera fuerza. No obstante, el PP confiaba en que, en esta ocasión, algunos de los votantes que optaron en las generales por Ciudadanos o Vox se arrepintieran y se decantaran por una fuerza única de derechas.

En las pasadas elecciones de 2015, el PP conseguía el 37,77% de los votos y 42 escaños, mientras que el PSOE obtenía el 25,95% de los votos y 25 escaños. Juan Vicente Herrera, el entonces cabeza de lista del PP, fue investido presidente de las Cortes por mayoría simple en la segunda vuelta con la abstención de los cinco procuradores de Ciudadanos.