Sánchez ha convocado al medio centenar de miembros de la ejecutiva socialista, después de que el secretario de Organización, José Luis Ábalos, abriera la puerta a la dimisión de Díaz y anunciara que la dirección federal se va a "implicar absolutamente" tanto en el proceso para intentar gobernar en Andalucía, como en el de la "necesaria regeneración" del PSOE andaluz.

Sus palabras no gustaron a la presidenta andaluza en funciones, que rechazó dimitir con el argumento de que ha ganado las elecciones.

El alcalde de Valladolid y portavoz de la Ejecutiva federal, Óscar Puente, ligó los malos resultados de Díaz a su "aventura" para convertirse en la secretaria general y advirtió de que "cada uno tiene que hacerse responsable de sus éxitos y sus fracasos".

Convencidos de que la elevada abstención que ha causado el descalabro del PSOE andaluz se ha debido al rechazo que provoca la figura de Díaz, los dirigentes federales podrían plantearse el horizonte de un Congreso regional extraordinario.

En su reunión de este martes, Sánchez y los suyos tendrán también que analizar el efecto de los resultados de las elecciones andaluzas en los comicios municipales, autonómicos y europeos del 26 de mayo y la posible repercusión de la fragmentación del arco parlamentario andaluz en las próximas generales.