Para Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular, ha tenido que venir la Unión Europea a arreglar los destrozos, asegura, del Gobierno. "No merecen gobernar nada, sino pedir disculpas por su mala gestión y por su forma frívola de tomar las grandes decisiones", indica.
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, critica la postura del PP: "Si un tercer país presiona a España y la Unión Europea apoya a España, ellos respaldan al tercer país que está presionando a España. No hacía falta que echaran a su líder, es el mismo PP de siempre".
En el Ministerio de Asuntos Exterioresven la marcha atrás de Argelia con satisfacción a la vez que cautela.
Es un importante logro de Albares, resaltan fuentes gubernamentales. Se ha conseguido, sostienen, gracias a una posición conciliadora y de respeto mutuo por la que siguen apostando hoy.
"Lo que quiere España es que lo antes posible se vuelva al diálogo, a la amistad con el pueblo argelino", declaraba Albares, ministro de Exteriores este viernes.
Consideran, además, que es un ejemplo de la fuerza de España en la Unión Europea. La ministra de Industria, Reyes Maroto, celebra el paso del gobierno argelino. "Lo valoramos muy positivamente y lo que queremos es volver al Tratado de Amistad que, entendemos que después de este comunicado, pues las cosas vuelven otra vez a la normalidad", ha respondido en Onda Cero.
El apoyo a España de la Comisión Europea ha provocadola rectificación de Argelia. "Con respecto a la supuesta medida de detención de las transacciones actuales con un socio europeo, solo existe en la mente de quienes la reclaman", apuntaban en un comunicado.
Pero lo cierto es que tan solo dos días antes la Asociación Profesional de Bancos, que comunica las notificaciones del Ministerio de Finanzas argelino, daba la orden de congelar las operaciones bancarias de comercio exterior. Las empresas españolas comenzaban a recibir cancelaciones de pedidos.
Hoy la Generalitat Valenciana muestra su preocupación. Calculan que esto afectaría a casi 1.400 empresas y aseguran que esta crisis diplomática las sitúa en inferioridad con respecto a otros competidores internacionales.