La campaña en Andalucía da el pistoletazo de salida y solo quedan quince días para que 8,5 millones de andaluces decidan su futuro. Pero estas elecciones regionales pueden marcar un antes y un después en todo el país, como ya sucedió en 2018, cuando la entrada de Vox en el Parlamento provocó un verdadero terremoto político.

Las encuestas coinciden en dar al PP de Juanma Moreno como ganador de los comicios, aunque todo depende de si es capaz de sumar o no los escaños suficientes para gobernar en minoría o con apoyos. Su horquilla, de acuerdo con el CIS, está entre los 47 y 49 escaños, lejos de los ansiados 55 que garantizan la mayoría absoluta. Al PSOE le estiman 32 y 36; Por Andalucía, entre nueve y diez. La candidatura de Teresa Rodríguez, Adelante Andalucía, dos escaños. Entre toda la izquierda no sumarían los mimos escaños que el PP.

La segunda clave de estas elecciones es la falta de movilización entre la izquierda andaluza. Ahora es cuando deben luchar contra la abstención y atraer a los indecisos. Hay un dato clave al que agarrarse: cuatro de cada seis confiesa que duda entre dos partidos, por lo que el sentido del voto se decidirá en estas dos semanas de campaña o, incluso, en el mismo día de la votación.

Uno de cada diez socialistas votarían al PP

Por otro lado, se está produciendo un trasvase mínimo entre ambos bloques. El crecimiento del PP andaluz, que parte de 29 escaños, se explica en parte por el hundimiento de Ciudadanos: bajarían de 21 a entre uno y tres escaños. De acuerdo con el CIS, uno de cada diez andaluces que votaron al PSOE van a votar ahora al PP.

La cuarta clave tiene que ver con la valoración que hacen los andaluces de su situación política. Más del 40% piensa que ahora la situación es "mucho mejor" o "mejor" que en las últimas elecciones y Moreno y Juan Marín, el vicepresidente y candidato de Ciudadanos, son los únicos líderes políticos que aprueban. Entre el 5 y el 4 están Espadas, del PSOE; Nieto, de 'Por Andalucía' y Teresa Rodríguez, de 'Adelante Andalucía'. Y por parte de Vox se encuentra Olona, de VOX, que se queda en un 3,9.

Esta baja valoración no se traduce en votos. La extrema derecha pasaría de doce a entre 17 y 21 escaños. De hecho, la elección de Olona, un perfil muy conocido, como candidata indica que lo apuestan todo a entrar en el Gobierno de la Junta. Pero Moreno dice que no va a gobernar con ellos.

La sexta y última clave es para la izquierda: confiarlo todo a que viene el lobo de la extrema derecha no parece estar funcionando. El PSOE se mantiene o mejora pero está lejos de poder gobernar. En total 'Por Andalucía', donde están Izquierda Unida, Más País y Podemos y 'Adelante Andalucía', pierden casi uno de cada tres escaños. La única buena noticia para Teresa Rodríguez es que la Junta electoral le ha dejado participar en los debates.