Adelante Andalucía se desinfla y Podemos apela al espíritu del 15M para poner diques a la extrema derecha. "Toca construir con la gente trabajadora, con el movimiento feminista y con los pensionistas de nuestro país una alternativa democrática que defienda a España frente los que sólo saben hablar de odio y de banderas", ha señalado Pablo Iglesias.

La confluencia pierde tres escaños con respecto a la unión de Podemos e Izquierda Unida en 2015. Iglesias, categórico, culpa a C's Y PP de aupar y legitimar a Vox. Dice que su discurso no es tanto como el otras extremas derechas europeas. "Tiene que ver con el discurso reaccionario y de odio que han alentado Ciudadanos y Partido Popular. Nuestro país podía presumir de no tener fuerzas políticas de este tipo con representación parlamentaria y sospecho que mucha gente va a tener que hacer autocrítica", añade el líder en clave nacional.

El secretario general de Podemos reconoce que el resultado está por debajo de las expectativas con casi 300.000 votos menos y hacen autocrítica. "Es obvio que no hemos conseguido el objetivo", asegura Antonío Maíllo, coordinador de Izquierda Unida Andalucía. "Hemos sido incapaces de conseguir que aquella gente descontenta con el PSOE de Susana Díaz votara a Izquierda Unida, Podemos o Adelante Andalucía", indica Alberto Garzón.

Ellos no han sabido movilizar a la izquierda y hay preocupación. Dicen que a partir de hoy se abre un proceso de incertidumbre en Andalucía. "Preocupa la política que van a desarrollar. Hay que construir un espacio de resistencia para impedir que se hagan paso en términos sociales y políticos", añade Maíllo.

Teresa Rodríguez, por su parte, ha dicho que no tolerarán que conviertan en algo peor a la sociedad andaluza.