El sindicato mayoritario en la Policía Local de Madrid, el CPPM, ha emitido un comunicado en defensa de los agentes suspendidos por los insultos y amenazas de muerte en un chat a la alcaldesa, Manuela Carmena, y ha criticado "el afán justiciero" del Ayuntamiento, los medios, las redes sociales y CCOO.

A todos ellos les acusa de "haber conseguido quitar el uniforme" a tres personas "en un tiempo récord" y se pregunta si esa "condena exprés" es proporcional y ajustada a derecho.

En opinión del sindicato mayoritario, los tres agentes escribieron mensajes en un chat donde se mantenían conversaciones privadas, sin conocimiento de que se iban a hacer públicas y su derecho a la privacidad "ha sido vulnerado".

Chat de policías municipales de Madrid

El CPPM recuerda que esos comentarios -que "no son aceptables" y "nadie puede apoyar", admite- fueron escritos hace meses y desde entonces los agentes "han seguido trabajando en la calle y no ha habido queja alguna ni nada que se le parezca, y mucho menos delitos imputables".

Por ello, interpreta la suspensión temporal acordada por el Área de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento como un intento de tener "rehenes" en forma de suspendidos o expedientados como anteriormente fueron los policías que participaron "en una legitima protesta", es decir, el escrache al edil Javier Barbero.

"Hitler sí era un señor", "el fascismo es alegría" o "matar es nuestro lema": los nuevos mensajes del chat de la Policía Municipal

En suma, atribuye la suspensión a un "afán justiciero" del Ayuntamiento "con la inestimable colaboración de los medios y su sindicato afín", CCOO, al que pertenece el agente que denunció las amenazas que recibía de los policías. Y considera que, "para intentar obtener réditos a costa de lo que sea, a muchos no les ha importado manchar la imagen de un cuerpo que esta a años luz en dignidad y altura moral de todos los que han insultado y difamado a los policías municipales de Madrid".

Para el CPPM, el listón ha quedado "muy alto con este juicio y condena mediática", por lo que ha confiado en que quienes "han dictado sentencia se apliquen la misma medicina y cesen de sus responsabilidades por las barbaridades que expresan a diario en sus tuits públicos".

El portavoz de ese sindicato, Julián Leal, dimitió recientemente tras aparecer imágenes en las que aparecía entre el grupo de personas que acudió el 1 de noviembre a la estación de Atocha de Madrid a insultar e increpar los miembros de la Mesa del Parlament que al día siguiente estaban citados a declarar en el Tribunal Supremo.