Entre lo que no se ve en el Congreso, hay llegadas como la de Rajoy que interrumpen cualquier cosa, aunque también hay otros como Soraya Sáenz de Santamaría que entran a pie, y eso les agota las fuerzas.

Pero no son las únicas formas de llegar al Congreso, porque otros entran comentando la actualidad, como el líder socialista, y otros guardando silencio como el popular.

En el comienzo del segundo día de debate, a algunos como Girauta parece que las horas les empiezan a pesar y al tomar la palabra Pedro Sánchez, no tarda en recibir el gesto de Ana Pastor, con la que luego ha tenido un encontronazo al pedir silencio.

Este debate, meses después, ha sido menos efusivo en el cariño que el anterior, en el que se besaron Pablo Iglesias y Domenech, pero se han visto muchas más sonrisas, incluso entre contrarios que se han concedido aplausos, como Iglesias cuando Sánchez ha hablado de TVE.

Unas cinco horas de debate, donde algunos salen al pasillo a comentar la jugada y otros a atender a la prensa. Formas distintas de vivir la jornada.