Manuel Marín ha recibido su último adiós en el Salón de Pasos Perdidos. El presidente del gobierno, recién llegado de Londres, muy emocionado, ha querido acompañar a la familia.

El rey le despedía en su dedicatoria tras el pésame con un "qué descanses en paz Manolo, y gracias por tanto".

Dirigentes de distintas formaciones y amigos han abrazado a la familia y han alabado su figura. Destacando con pasión su aptitud para el diálogo, sus convicciones democráticas y europeístas.

La capilla, con las banderas de España y la Unión Europea, ha permanecido abierta hasta las 18:00 horas. A la salida del féretro se han podido ver las lágrimas de la presidenta del Congreso Ana Pastor.

No sólo políticos, también el mundo de los empresarios han querido darle el último adiós. Muchos han sido los que han destacado el gran sosiego, serenidad y moderación del que fuera expresidente del Congreso en la octava legislatura.