Hasta 3.000 euros le podría costar a un cliente consumir prostitución y, mínimo, 750 euros. Esta es uno de las sanciones que promueve la ordenanza del PSOE de Madrid.
En ningún caso se las sancionaría a ellas, porque son víctimas, pero aun así no están de acuerdo. "Si no quieren ver a las chicas, que les pongan un lugar adecuado, como antes existía en Casa de Campo", afirma una mujer.
Además de al cliente, proponen castigar también al proxeneta y a los publicistas. Anunciar servicios y chicas de compañía mediante folletos también sería sancionable con hasta 3.000 euros de multa.
Quieren evitar que se fomente de cualquier manera la demanda y la difusión de la prostitución. Proponen imponer las sanciones más duras cuando estas acciones se produzcan en las inmediaciones de un colegio o en cualquier acto público con gran afluencia de gente.
Nifa, portavoz de la asociación AFEMTRAS, afirma que "va en detrimento de las trabajadoras sexuales; el multar a los clientes es, en realidad, precarizar a las trabajadoras sexuales porque para dar nuestros servicios, nuestros pactos van a ser más precarios y nos vamos a apartar más". El Ayuntamiento dice que ya cuenta con su propio plan, en el que no contemplan sancionar al cliente
El PSOE, además, propone que no se contrate publicidad institucional en todos los medios que publiquen anuncios de prostitución. Algo que acaba de aprobarse en la Comunidad Valenciana. En Barcelona, por ejemplo, las multas al cliente oscilan entre los 1.000 y los 1.500 euros, en 2016 se impusieron 80 sanciones.