Tras el éxito electoral de Arrimadas y la debacle de Albiol en Cataluña, la tormenta entre PP y Ciudadanos se desata la misma noche electoral.

Son socios naturales, pero la digestión del éxito de Ciudadanos en Cataluña se le antoja pesada al PP.

En el trasfondo, según los expertos, el temor del PP a que Ciudadanos se le coma espacio político en el resto de España. "Ciudadanos y PP están en una posición de tensión continua que va a ir creciendo", afirma Pablo Simón, politólogo.

Ciudadanos ha pasado al contraataque y pone a Rajoy contra las cuerdas: no apoyarán los PGE si la senadora del PP imputada, Pilar Barreiro, no deja el acta.

A pesar de la bronca política, fuentes del PP han contado a laSexta que no se toman en serio la amenaza y, añaden, empiezan a estar hartos de la demagogia de Ciudadanos.