Son las 7:35 de la mañana en el paso fronterizo de Beni Enzar, el más concurrido de Melilla. Un hombre de 29 años de origen marroquí, vestido con pantalón corto y camisa azul, se disponía a cruzar el control y entra en territorio español.

Al grito de "Alá es grande" se abalanzó sobre un agente de la Policía Nacional. Llevaba en la mano un cuchillo jamonero. Sin embargo, otro agente vio el ataque y trató de detenerlo. Resultó herido leve en una mano.

Abdelmalik El Barkani, delegado del Gobierno en Melilla, ha asegurado que la policía que está allí ha reaccionado "de forma inmediata". En pocos minutos el atacante fue rodeado por ocho agentes españoles. Uno de ellos cogió una valla de tráfico y se la lanzó a la cabeza.

De esta manera consiguieron reducirlo de inmediato. Ahora se investiga cuál ha sido la motivación del ataque. "Ha sido porque he visto a todos los compañeros rodeándolo y este hombre iba ya con la decisión de hacer daño y me pareció lo más rápido y lo más eficaz en ese momento", ha declarado el policía que ha lanzado el artefacto.

El ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, ha llamado a los policías implicados para felicitarles. A última hora de la mañana la tranquilidad volvía a la frontera con Marruecos