El Partido Popular comienza la era post Mariano Rajoy con unas señas de identidad que, según Casado, no son ni de izquierdas ni de derechas. En Onda Cero ha dicho que "la bajada de impuestos y la libertad individual o la unidad de España o la defensa de la familia no son de derechas, al revés: muchas personas de izquierdas se pueden sentir identificadas".

Pero para el Gobierno, estas ideas sí suponen un giro a la derecha que esperan que no lleve al extremo. La vicepresidenta Carmen Calvo ha lanzado un mensaje a Casado: "Debe entender que no se puede ir al extremo de una derecha donde la democracia se hace complicada".

Como primer escollo que se encontrará el Gobierno con Casado, el techo de gasto, cuya subida ya ha dicho que no apoyará. "Lo que hace falta en España no es una expansión presupuestaria", ha apuntado.

En temas como el aborto Casado, defiende volverá la ley de supuestos del 85. En ARV, García-Margallo ha asegurado que "el hecho de que sea de 1985 no quiere decir que sea equivocada y la modificación de la ley del aborto no se hizo por consenso".

De la misma forma que rechaza la ley sobre la Eutanasia que está preparando el Gobierno y también la de Memoria Histórica que hizo en su día Zapatero. El popular José Ramón García-Hernández ha destacado en ARV que "la ley de Memoria Histórica, que tiene cosas muy malas, tiene una cosa muy positiva: las familias deciden sobre los restos y esto le pasa también a la familia de Franco".

Para Podemos, todas estas ideas, suponen una regresión al pasado que no vale para hoy. Rafael Mayoral ha denunciado que "no es el momento de volver al siglo pasado, sino el momento de mirar al futuro; el proyecto que representa Pablo Casado es un proyecto del pasado".

En el PP creen que si estos son los únicos reproches que se pueden hacer a Casado es que han elegido bien.