Discreta movilización la que se ha celebrado en una cincuentena de ciudades en favor de la sanidad pública, un grito de auxilio con el objetivo de reforzar la atención primaria frente a la financiación de las privadas. Los convocantes aseguran que es incompatible el modelo público-privado: "A pesar de los aplausos, en la pandemia no ha habido inversión alguna que no haya ido a través de empresas". Así, han defendido que la mejor vacuna frente a este problema es un cambio legislativo.

Por eso, para derogar la ley 15/97 y el Artículo 90 de la ley General de Sanidad, que regulan los conciertos público privados, han salido a la calle. Convocados por la Coordinadora Antiprivatizacion de la Sanidad, denuncian que la Crisis del Coronavirus ha provocado el colapso del sistema sanitario, pero que el problema venía de mucho antes.

En Madrid ha tenido lugar la marcha más multitudinaria, pero las concentraciones han tenido lugar en más de medio centenar de ciudades en toda España. En Galicia, ciudades como A Coruña o Vigo se han escuchado los mismos argumentos contra el uso de recursos públicos para empresas sanitarias privadas.

Y en Zaragoza han rechazado también la construcción de un nuevo hospital privado, para el que se han recalificado unos terrenos públicos. En Ponferrada, familias enteras han acudido a la convocatoria. Los organizadores defienden dignidad en el trato a los pacientes. Porque hasta 620.000 personas se quedaron en los primeros meses de pandemia sin operar en nuestro país.

Para ponerse al día, el sistema necesitará un año y más recursos. Así se ha reclamado desde distintos puntos, como en el centro de Bilbao. La protestas se han replicado en Valencia, donde también han reclamado mejores condiciones para los sanitarios. Y no dejar nunca más desprotegidos a nuestros los mayores, los más golpeados por la pandemia.