De nuevo, la imagen de niños masacrados remueve nuestras conciencias. "Es insoportable la imagen de un autobús con 40 niños muertos por un bombardeo", señala Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España.

Sabemos que se lleva a cabo, pero verlo en televisión obliga a reaccionar a cualquier Gobierno. España decide paralizar la venta de 400 bombas guiadas y las ONG aplaudían la decisión. "Una bomba mató a los diez, 15 miembros de una familia y dejó sólo a una niña de cinco años. Ese es el tipo de bomba que España iba a exportar", añade Esteban Beltrán.

Pero ahora el Gobierno matiza y asegura que lo suyo ha sido sólo una declaración de intenciones. Un cambio de opinión que, para algunos expertos, se explicaría también por el acuerdo especial firmado por el Ejecutivo anterior. "El Gobierno español anterior generó de una manera inédita un acuerdo con Arabia Saudí con la venta de armas de Gobierno a Gobierno", asegura Jordi Calvo, del centro DELAS de Estudios por la Paz.

El negocio de las armas mueve en España 6.000 millones de euros y 20.000 empleos directos. "Estamos hablando de un sector que se podría reconvertir si hay una voluntad política para hacerlo", indica Jordi Calvo.

En sólo tres años, Canadá pasó de vender 112 a dos millones de euros en armas a Arabia Saudí. Estados Unidos es el único que ha pisado el acelerador. Según Esteban Beltrán, "en España estamos hablando de 900 millones en otros años y en Estados Unidos estamos hablando de 115.000 millones".

Ahí está el debate: si queremos ir de la mano de Donald Trump o apostar por nuestro propio camino.