Mikel Irastorza era hasta ahora el único jefe del aparato logístico militar de ETA y España ha pedido a Francia que se lo entregue para que sea juzgado en nuestro país. Desde el Gobierno califican la operación conjunta de la Policía francesa y la Guardia Civil como un duro golpe y mantienen su compromiso de lucha antiterrorista hasta el desarme de la organización.

Irastorza sustituyó el año pasado a Iratxe Sorzabal y David Pla, entonces formaban la cúpula de la banda y fueron detenidos en septiembre de 2015. Está considerado como un líder posibilista al que no se le atribuyen delitos de sangre. De hecho, se ofreció al Elíseo como interlocutor para sacar de la situación de aislamiento que vive ETA e intercambiar armamento en un futuro diálogo.

En la bautizada Operación Nerín, junto a Irastorza la Policía francesa ha detenido a una pareja propietaria de la casa donde vivía el dirigente desde hace meses. Desde la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi ha acusado a España y Francia de no estar interesados en lograr la paz.

Joseba Egibar, portavoz del PNV en el parlamento vasco, ha denunciado la inacción del ejecutivo de Rajoy para facilitar un "cierre ordenado de la violencia". A su vez ha criticado la actitud patética de ETA, ha dicho, al no iniciar su desarme.

Esta es la séptima detención de un dirigente etarra desde que hace cinco años se anunciara el cese de la violencia.