El juez Adolfo Carretero ha archivado la causa a Dani Mateo en un auto en el que califica de "provocadora" y "muy desafortunada" la actuación pero dice que no puede continuar con la causa porque la Fiscalía de Madrid le ha pedido el archivo.
Los fiscales han defendido que el sketch era tan solo una broma, un acto de humor satírico que debe marcarse en el derecho a la libertad de expresión.
Por eso, entienden que no se puede atribuir a Dani Mateo un delito de injurias a la bandera porque en ningún caso quiso menospreciarla ni tampoco un delito de odio porque tampoco quiso promover la violencia o la venganza ni si quiera puntualmente.