El rastro de Puigdemont sigue muy presente para el independentismo. También, en la entrega de las cruces de Sant Jordi, que se convirtió en un acto por la República catalana. "Solo podemos mirar hacia adelante, porque no nos da miedo ver cómo construiremos la República todos juntos", ha destacado el president de la Generalitat, Quim Torra.

Palabras y gestos que, después de reordenar el PDeCAT, hacen mantener el pulso con el Gobierno de España. "Con el PDeCAT sabemos que es difícil, pero el bloqueo no era bueno para nadie", ha apuntado Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo. En Cataluña lo ven como una provocación.

Al menos, así lo ha expresado el primer secretari del PSC, Miquel Iceta: "El PDeCAT se ha radicalizado, se han puesto detrás de la estrategia de Carles Puigdemont". sobre todo, después de que la Mesa haya aprobado cerrar el Parlament hasta octubre.

"Ha decidido que la oposición debe estar silenciada hasta octubre", ha criticado Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos en Cataluña. Una denuncia a la que también se ha sumado Elisenda Alamany, portavoz de Catalunya en Comú-Podem: "El mes de septiembre no debería ser inhábil. No se celebran plenos porque hay un bloqueo". Un bloqueo dentro del grupo inependentista.