En la carta que la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, envió al Vaticano para hablar de la exhumación de Francisco Franco, el Ejecutivo considera necesaria la autorización previa de la abadía para acceder al lugar de culto.

"Siempre se nos participó que la Iglesia no se opondría a la exhumación, lo que obvia y lógicamente incluye la previa y necesaria autorización de acceso al lugar de culto, de acuerdo con lo establecido 1.5 del acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede", dice la carta.

En el documento, el Gobierno se lamenta además de la posición de privilegio en la que con su decisión, la abadía intenta colocar la voluntad de los familiares del dictador.

"Nos causa una profunda inquietud la invocación de los referidos Acuerdos de una forma desviada respecto de sus propios fines, porque privilegia la voluntad de los familiares del dictador a que sus restos sigan reposando en el Valle de los Caídos, como si se tratara de un derecho absoluto, siendo así, que ello colisiona directamente con la ley y el mandato del Parlamento español", relata Calvo en la carta.