El comportamiento y la tensión que ha protagonizado los encuentros en el Congreso de los Diputados no ha gustado nada a la presidenta de la Cámara Baja. Meritxell Batet ha asegurado que no es el ejemplo que debe darse. "Desmoraliza y distancia en el mejor de los casos, y en el peor de los casos enerva y genera una crispación y una pérdida de confianza en la institución", ha lamentado en una entrevista concedida a RNE.

Batet no es la única que ha denunciado estos hechos. La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, ha compartido la opinión de la presidenta del Congreso, y ha llamado a lograr el entendimiento entre partidos. Para ello, ha puesto de ejemplo el Ayuntamiento de Madrid: "Los ciudadanos se están alejando de la política y la están rechazando porque todo lo que ven es bronca".

Álvarez de Toledo llamó a Iglesias "hijo de un terrorista"

Ambas reclaman evitar situaciones como las que se han vivido en las últimas sesiones en el Congreso. Por ejemplo, cuando Cayetana Álvarez de Toledo, portavoz del PP en el Parlamento, acusó a Pablo Iglesias de ser el "hijo de un terrorista". En este caso, la propia Batet ofreció a la diputada popular retirar sus palabras, pero ella no quiso y finalmente procedió a ello la presidenta. Una acción que tildaron de "censura".

Líderes del PP rechazan el tono bronco en el Congreso

Sin embargo, este tono bronco en la Cámara tampoco gusta en el Partido Popular. Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia, ha criticado duramente esta concatenación de descalificaciones, y lo ha tachado de "espectáculo". Para el líder gallego, se estaría cometiendo "un grave error si se contesta a las provocaciones de un Gobierno que ha perdido los papeles, y si la oposición pierde los papeles".

Esta clase de intervenciones también han sido criticadas por el popular López Miras, presidente de la Región de Murcia, que ha pedido estar a la altura de las circunstancias. "No me gustan las alusiones personales, ni entrar en esa dialéctica y confrontación", ha destacado el dirigente murciano frente a las salidas de tono vividas en el Congreso recientemente.

Es el caso del rifirrafe entre el líder de Unidas Podemos e Iván Espinosa de los Monteros, diputado de Vox, durante la celebración de la comisión de Reconstrucción. Iglesias aseguró al dirigente de extrema derecha que a su partido le gustaría "dar un golpe de Estado", unas palabras que llevaron a Espinosa de los Monteros a abandonar la sala.

El socialista Patxi López, que presidía dicha comisión, se disculpó más tarde: "Esta mañana no he estado a la altura de lo que es y significa esta comisión". Una acción similar a la que realizó el propio Pablo Iglesias al día siguiente. El terreno político se reclama a sí mismo unidad y diálogo cuando el país se encuentra en plena fase de desescalada.