Miembros del Ejército ya han empezado a colaborar con las residencias de mayores ante la emergencia derivada de la crisis del coronavirus. Y una vez han llegado, en algunas de ellas se han encontrado imágenes tan duras como la de cadáveres conviviendo con los ancianos, según confirman fuentes de Defensa.

En algunas residencias había ancianos fallecidos sin atender en sus camas, mientras que el resto de habitantes de la residencia seguía habitando bajo el mismo techo.

La explicación de estos hechos es que en muchos centros de mayores hay salas donde se trasladan los cuerpos de los fallecidos a la espera de que lleguen los funcionarios de la funeraria.

Sin embargo, el aumento de muertes en algunas residencias provoca que esas salas superen su capacidad. A este hecho hay que sumarle el colapso que existe en las funerarias, que está provocando retrasos a la hora de poder recoger los cadáveres. Por tanto, se trata de una medida que han tomado algunas residencias a la espera de que llegaran los efectivos de Defensa para proceder al traslado de los cuerpos.

La propia ministra de Defensa, Margarita Robles, declaró en Telecinco que "el Ejército, en algunas vistas, ha podido ver a ancianos absolutamente abandonados, cuando no muertos en sus camas". Y avisaba: "Vamos a ser implacables y contundentes en el trato que se dé a los mayores en esas residencias. Todo el peso de la ley caerá sobre quienes no cumplan con sus obligaciones".

Por otra parte, el Ministerio de Defensa también ha confirmado la falta personal en estos centros, algo que motivó que el Gobierno obligara a todas las residencias de mayores de España a informar de forma inmediata si ven en peligro la integridad de su servicio.

La Fiscalía General ha acordado abrir diligencias de investigación a fin de determinar la gravedad de los hechos y su posible relevancia penal ante una situación que califican de "alarmante".

Situación límite en muchas residencias

La cifra de afectados en las residencias de mayores aumenta cada día. El Gobierno, que ha asumido la gestión desde la declaración del estado de alarma, explica que es imposible conocer el número exacto, pero admiten los problemas de suministros.

Pablo Iglesias reconocía que ha habido "escasez en los equipos de protección", problema al que se suma la falta de personal. Pero desde los sindicatos señalan las dificultades para solucionarlo, como la problemática de que las bolsas de empleo se encuentran "agotadas".

Esto hace que el personal ya contratado asume más carga de trabajo, a lo que se une un nuevo problema: la presión psicológica. La relación con los pacientes es mucho más prolongada en el tiempo. En el siguiente vídeo puedes ver lo que nos contaban algunos de estos trabajadores.