Aguirre llamó a Ignacio González para que ayudara a Iñigo Henríquez de Luna a disputarse el PP de Madrid con Cristina Cifuentes. Pero a él no le cae bien, y se lo cuenta a Zaplana. "Este es un tonto de los cojones que no tiene ningún recorrido", se escucha en los audios.
Pero decide ayudarle, se mete en las intrigas de partido y le da un nombre: "Es Soraya para tocar los huevos a Cristina Cifuentes". Zaplana le pregunta si Sáenz de Santamaría y Cifuentes se llevaban mal, a lo que González responde: "Ahora sí porque la que está imponiendo a esta es María Dolores de Cospedal".
Conversaciones similares mantenía con con Luis Vicente Moro, al que le explica que la cuenta que le atribuyen en Suiza no es suya, y cree saber quién está detrás del montaje, apuntando a Lapuerta y Villar Mir.
Se considera víctima de un montaje, criticando a la Policía y al partido por permitir "la persecución" que le han hecho.
Y posteriormente pasan a los negocios, donde hay que ayudar a un amigo de Moro a reflotar unos hoteles. Después de muchas vueltas, el expresidente de la comunidad de Madrid tiene una idea: "¿No puede poner allí un puticlub con habitaciones cojonudas?". Es su papel de consultor de negocios tras dejar la política.