Sergio Ríos no sólo era chófer de los Bárcenas, también era un hombre de su máxima confianza. Tanto, que sabía la clave de la alarma de un estudio situado en un bajo de un edificio de Madrid en el que Rosalía Iglesias restauraba muebles.

Un lugar en el que el extesorero guardaba pruebas muy comprometedoras para altos cargos del PP. Según publica 'El Mundo', Ríos, convertido ya en topo de Villarejo, entregó esa clave.

Eso permitió a los agentes de la operación 'Kitchen' entrar sin orden judicial y robar gran cantidad de esas pruebas.

Según 'El Mundo', los agentes lo habrían intentado una primera vez. Pero al meter la clave para desactivar la alarma, esta habría saltado obligando a los agentes a huir.

Sin embargo, no lo dejaron ahí. En un segundo intento, los hombres de Villarejo habrían conseguido desactivar la alarma y entrar al estudio. Allí, y gracias a la información proporcionada por Ríos, habrían conseguido hacerse con gran cantidad de documentación escondida en un cajón.

Además, el chófer habría mostrado a los agentes su convencimiento de que Bárcenas mantenía dinero oculto en Chile o Canadá, además del intervenido en dos cuentas en Suiza.