El Ministerio de Educación ha cambiado la redacción de la orden que regula la evaluación final de la ESO y ya no especifica que se deba hacer necesariamente a partir de abril, sino "preferentemente", con lo que abre así la posibilidad de que las comunidades lleven a cabo las pruebas cuando lo estimen oportuno.

El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado una orden que corrige la del 29 de enero y por la que se regulan las pruebas de la evaluación final de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), para el curso 2017-2018.

El nuevo redactado señala que las pruebas correspondientes a la evaluación de Educación Secundaria Obligatoria se llevarán a cabo "preferentemente" en el último trimestre lectivo del curso 2017-2018.

La evaluación final de ESO para este curso seguirá teniendo sólo carácter diagnóstico y las Administraciones educativas seleccionarán una muestra representativa del alumnado de 4º curso de ESO y comprobarán el grado de adquisición de las competencias básicas matemática, lingüística y social y cívica.

No obstante, si lo consideran conveniente, las comunidades autónomas podrán elevar esta muestra o hacer la evaluación final con carácter censal. Las pruebas se contextualizarán en entornos próximos a la vida del alumnado, es decir, en situaciones personales, familiares, escolares y sociales, y también en entornos científicos y humanísticos.

Se realizarán durante cuatro días y las autonomías con lengua cooficial podrán disponer de un día más. Cada una de las pruebas tendrá una duración de 60 minutos, con descansos entre pruebas consecutivas de un mínimo de 15 minutos.

De forma simultánea a la celebración de la evaluación se aplicará el cuestionario de contexto para el alumnado, anónimo y confidencial. Los informes de resultados permitirán a las Administraciones educativas conocer los resultados académicos de sus alumnos y centros y contextualizarlos con factores como la tasa de repetición, el absentismo escolar, el grado de satisfacción del alumnado, factores socioeconómicos y socioculturales del contexto, tiempo dedicado a deberes en casa o utilización de medios tecnológicos.