En marzo de 2018, saltó un caso de corrupción en Brasil en el que Zaplana llamó inmediatamente a su supuesto testaferro. "¿Algún problema? ¿Es grave? ¿Es urgente lo mío o qué?", preguntaba el expresidente de la Generalitat Valenciana.

Esa investigación podría destapar parte de su patrimonio en Andorra. Así lo entendió Joaquín Barceló, exalto cargo del Gobierno valenciano con el PP y presunto testaferro del exministro, y tras visitar al expresident llamó nervioso a un abogado. "Te llamo porque a raíz de la conversación mía, ahora se me ha ocurrido meterme en Internet y buscar el nombre ese y estoy "cagao" en los pantalones", dijo.

Un mes después, Zaplana se reunió con el abogado uruguayo Fernando Belhot. El político quería repatriar parte de su dinero y Belhot le ofreció traérselo en billetes de 500 euros, pero Zaplana planteó otra alternativa: "Los billetes de 500... es complicado, pero bueno, si son de 50 los puedo".

Hablaban de realizar inversiones y ponían como ejemplo lo que podría ser el polémico ático de Marbella de Ignacio González. "Le he dicho: 'Mira, Nacho, la gente pensaría lo que quisiera, pero él decía que no, que lo había comprado, y eso es mucho más descarado que lo tuyo", señaló Zaplana. De paso, comentaron también cómo estaba su situación judicial.

"No sé si al propio Nacho le va a pasar mucho más de lo que ya le pasó, que fue bastante. Pero no sé si le pasará algo. ¿lo sabes?", le preguntaba Belhot. Zaplana contestó: "Ahí están buscando otras cosas ahora. Están buscando una red de blanqueo, a la mujer, OHL...". El propio González ha emitido un comunicado negando haber tenido cuentas en el extranjero ni haber enviado dinero al exministro.